Frank Lloyd Wright era ya un famosísimo arquitecto cuando recibió, en 1943, el encargo de diseñar un edificio que albergara la colección de arte no figurativo de Solomon R. Guggenheim.
A Wright le desagradaba la elección de la ciudad de Nueva York, demasiado llena de grandes edificios, para el nuevo proyecto. Sin embargo, a pesar de ello, consiguió crear una obra maestra en el lugar más próximo a la naturaleza que puede encontrarse en la ciudad: al lado de Central Park.
El edificio diseñado por Wright combina una creativa geometría con las formas orgánicas. Triángulos, arcos, círculos y cubos se repiten en el interior y el exterior, aunque las formas circulares, muy habituales en la naturaleza, son uno de los temas principales. Está diseñado en espiral, imitando el caparazón de un nautilus, de modo que se puedan ver distintos niveles a la vez. Su zigurat invertido central lo aleja de la imagen que convencionalmente se tenía de un museo y sirve como distribuidor de salas conectadas entre sí, formando galerías que recuerdan el interior de los cítricos. Para acceder a la parte superior del edificio, se dispone de un ascensor y se baja por una suave rampa.
El edificio fue finalizado en 1959, el mismo año que murió su autor, quien no llegó a verlo completo.
Sacado de http://monografias.interbusca.com/arquitectura/museo-guggenheim-nueva-york.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario